Salva tenía un “grano” muy raro en la nariz. Muy normal no era, porque se lo había apretujado en varias ocasiones, sin ningún resultado. Su madre coincidía con él en que se debía tratar de algo extraño, así que lo consultaron con el pediatra, quien también debió estar de acuerdo en la extrañeza del asunto, puesto que salieron de la consulta con un volante para el dermatólogo. Dos meses más tarde teníamos a Salva y a su madre al otro lado de la mesa, junto con el grano amarillo, así que ahora nos tocaba a nosotros. La pelota (amarilla), estaba en nuestro tejado.
Salva tenía 13 años, y la lesión le había aparecido hacía al menos dos o tres años, quizá algo más. Como que no le dolía y le había ido aumentando de tamaño de manera bastante paulatina, no le habían prestado demasiada atención. El resto de exploración era estrictamente normal, y Salva era un chico sano, sin ningún antecedente personal ni familiar que destacar. El dermatoscopio puso aún más en evidencia el tono amarillento-anaranjado de la lesión, objetivándose además unas estructuras vasculares dispuestas radialmente desde la periferia.
Aunque Salva y su madre no están demasiado preocupados, tampoco les hace demasiada gracia que eso siga aumentando de tamaño, así que nos preguntan si se lo podemos quitar de alguna manera. Ahora sí, es nuestro turno. ¿Qué les decimos? La respuesta, en este enlace.
El vídeo de hoy, de Yellowstone, cómo no...
Primordial ---- Yellowstone / Grand Tetons from Voortex Productions on Vimeo.
Xantogranuloma juvenil
ResponderEliminarXantogranuloma juvenil. Lo extirparía.
ResponderEliminar