sábado, 28 de junio de 2014

¿Cómo me puedo quitar las marcas de acné?

Esta semana el caso corre por cuenta del Dr. Dídac Barco, dermatólogo del Centro Médico Teknon, a quien le he pedido ayuda para abordar un tipo de patología dermatológica que no estamos acostumbrados a tratar en los centros públicos. Sin más, os dejo con él (yo esta semana sólo me he encargado del vídeo).

"¿Cómo me puedo quitar las marcas de acné?" Ésta es la pregunta que nos hizo Javier, de 37 años. Primero nos explicó que había tenido un acné muy intenso en su adolescencia que le había obligado a tomar en tres ocasiones el tratamiento con el antiguo Roacutan® (isotretinoína) para acabar con él definitivamente.



Las cicatrices se centran básicamente en la cara, de forma amplia: en la frente, las sienes, todas las mejillas y la base del cuello. Se trata de cicatrices deprimidas y en la exploración no vemos queloides ni cicatrices hipertróficas.

Javier estaría muy contento con “aunque fuera un poco de mejoría y no se notaran tanto”, y lo único que nos comenta es que tiene un ritmo de vida muy activo y no puede permitirse estar de baja o que con el tratamiento tenga en la cara costras y heridas. De hecho hasta ahora sólo le habían hablado de tratamientos que dejaban heridas y tenía que estar encerrado en casa durante dos semanas para recuperarse, cosa que le había echado para atrás.

Tras algunas preguntas vemos que no tiene ningún antecedente patológico de interés ni refiere historia de herpes simple.

¿Qué tipo de cicatrices por acné tiene Javier? ¿Qué otras (por fortuna) no tiene? ¿Qué podemos ofrecerle? ¿Qué opciones no le podemos plantear por su ritmo de vida?
El próximo miércoles veremos qué le comentamos y qué opina de ello.


SKYFALL from IN2 Focus Media on Vimeo.

miércoles, 25 de junio de 2014

Demasiado pequeño para tener varicela

Hugo era demasiado pequeño para tener varicela. Y sin embargo, eso era lo que le pasaba: una varicela de campeonato, sobreinfectada, con lesiones que ocupaban casi todo su cuerpecito.
Ya hemos hablado de varicela en otras ocasiones en este blog, pero es la primera vez que comentamos un caso pediátrico (aunque es lo más frecuente, claro).

No hace falta recordar que la varicela corresponde a la primoinfección por el virus varicela-zoster (VVZ), una enfermedad vírica extremadamente contagiosa (más del 90% de personas susceptibles pueden contagiarse a partir de un caso), a través del contacto con las pequeñas gotas suspendidas en el aire que se desprenden de las secreciones naso-faríngeas, y también a partir del contacto directo con el líquido vesicular. El periodo de incubación más común es de 14 a 16 días (aunque el intervalo real es de 10 a 21 días, y el paciente es contagioso desde las 48 horas previas a la aparición de las lesiones hasta que todas ellas han formado costra.

Imagen tomada a las 48 horas del ingreso

La varicela es una enfermedad con distribución mundial, y en zonas donde no está implantada la vacunación, más del 90% de los casos afectan a niños menores de 10 años de edad. En los niños los típicos síntomas prodrómicos pueden estar ausentes (fiebre 2-3 días antes, malestar general, cefalea, dolor de garganta, tos y pérdida de apetito). El exantema suele iniciarse en la cabeza, diseminándose con rapidez al tronco, con una menor afectación de las extremidades. La afectación de palmas y plantas no es infrecuente. Lo más característico de la varicela es su rápida progresión, y en sólo 12 horas podemos apreciar cómo las máculas se convierten en pápulas, vesículas, pústulas y costras (vamos, un buen repaso a las lesiones elementales dermatológicas). Las costras se desprenderán de manera espontánea en 1-3 semanas, dejando una depresión eritematosa que va remitiendo gradualmente. Sin embargo, las cicatrices persistentes no son raras, sobre todo en aquellas lesiones que han sido manipuladas (no olvidemos que pueden ser extremadamente pruriginosas) o cuando ha habido sobreinfección bacteriana. Otro de los signos distintivos de la varicela es la presencia simultánea de lesiones en todos los estadios evolutivos de la enfermedad. Generalmente, la fiebre persiste mientras van apareciendo nuevas lesiones, aunque el síntoma más molesto suele ser el prurito.

¿Con qué se puede confundir? Aunque el diagnóstico suele ser sencillo (sobre todo en niños), existen exantemas vesiculares por otros virus (Coxsackie, Echovirus). También puede confundirse con impétigo, eritema multiforme, erupciones medicamentosas, herpes simple diseminado, escabiosis, picaduras, etc.


La varicela en niños suele ser una enfermedad benigna y autolimitada. Pero esto no siempre es así, y aunque la proporción de casos complicados es baja, recordemos que estamos hablando de una enfermedad de una prevalencia altísima. En el año 2005, la Dra. Ana I. Piqueras Arenas publicó un artículo en la revista An Pediatr (Barc) revisando los casos de varicela que habían precisado ingreso hospitalario en el Hospital de La Fe (Valencia) entre 2001 y 2004. Pues bien, de 1177 niños atendidos por varicela en el servicio de urgencias, 101 (8,6%) fueron hospitalizados (la edad media fue de 3,2 años). De los 101 niños ingresados, 37 lo hicieron “preventivamente” por diversos motivos (riesgo de varicela severa, neonatos, inmunodeprimidos, fiebre alta) y en los otros 64 el ingreso fue debido a complicaciones de la varicela, siendo lo más frecuente las infecciones cutáneas (Streptococcus pyogenes y Staphylococcus aureus). Otras complicaciones fueron neumonía, complicaciones neurológicas (convulsiones, meningoencefalitis, cerebelitis), complicaciones hematológicas (neutropenia, púrpura de Schönlein-Henoch, púrpura trombocitopénica) y complicaciones osteoarticulares (sinovitis, artritis séptica). La estancia media hospitalaria fue de 6,8 días, y el coste (excluyendo el tratamiento sintomático) fue de 397.314€ en total. Una niña falleció con una púrpura fulminante (y eso ya no se puede calcular en €).

Curiosamente (o no tanto), en Estados Unidos las cosas han cambiado a tenor de la vacunación, con tasas de cobertura del 88% en el año 2004, lo que ha determinado un marcado descenso de los casos de varicela y de las hospitalizaciones por este motivo, con una disminución de la incidencia de 2,63 a 0,92 casos/ 1000 personas-año. En nuestro país se está viviendo una situación algo extraña (por decirlo suavemente) con el tema de la vacuna, ya que aunque en el calendario vacunal de la mayoría de Comunidades Autónomas se recomienda a los 12 años en aquellos niños que no hayan tenido la enfermedad (cuando casi todos los niños estarán inmunizados de manera natural), en Navarra, Ceuta y Melilla se vacuna a los niños a partir de 12-15 meses). Lo que está sucediendo es que muchos pediatras se la están recomendando a sus pacientes a partir de los 12 meses de edad (no sólo en el ámbito privado), y mientras que hasta el pasado año esta vacuna (Varivax) estaba disponible en las oficinas de farmacia, en la actualidad la vacuna no se puede encontrar en la calle debido a un bloqueo desde el Ministerio de Sanidad, que considera que se está "abusando" de esta vacuna. Una vez más, lo que es bueno para un niño de Melilla o Pamplona, no lo es si vive en Murcia. ¿Alguien lo entiende? Porque yo no...

Bueno, pero ¿qué pasó con Hugo? Con 4 meses debería haber estado parcialmente protegido por el paso de anticuerpos maternos, pero la madre no recordaba haber pasado la varicela, así que es una posible explicación (no sabemos si la madre la desarrolló con posterioridad). Respecto al origen, resultó que uno de sus primitos había pasado recientemente la varicela, así que probablemente el primo fue el “culpable”. Vale la pena recordar que los segundos casos familiares suelen ser más floridos y severos (algunos protocolos recomiendan iniciar tratamiento con aciclovir en estos casos).
Siguiendo con nuestro pequeño paciente, se indicó tratamiento con amoxicilina-clavulánico por vía endovenosa y curas tópicas con permanganato potásico 1/10.000 y una crema de ácido fusídico, dándose de alta a los 4 días sin otras complicaciones. No se pautó aciclovir porque llevaba ya bastantes días de evolución y el problema en este caso fue la impetiginización secundaria.
Hugo no se hubiera podido beneficiar de la vacunación (de nuevo demasiado pequeño), aunque no sabemos qué habría pasado si el primito hubiera estado vacunado.

Por último, agradecer a la Dra. Amalia Arce el haberme echado una mano con el lío de los calendarios de vacunación. ¿Que aún no habéis comprado su libro? Pues ya va siendo hora...
El Timelapse de hoy es en blanco y negro... Va de montañas (un poco de aire puro no nos vendrá mal).


Mountain Glimpses from Wildglimpses on Vimeo.

sábado, 21 de junio de 2014

Un bebé lleno de pupas

En esta ocasión nos llaman de pediatría por un niño ingresado. Se trata de Hugo, un lactante de 4 meses, nacido prematuro a las 33 semanas de gestación mediante cesárea urgente por rotura prematura de membranas, sin otras complicaciones. Había iniciado el calendario normal de vacunaciones, y en estos momentos pesaba 6,3 kg, con un desarrollo normal hasta el momento.
Lo habían ingresado el día antes por presentar unas lesiones cutáneas generalizadas de 5 días de evolución, con rinorrea y rechazo de las tomas en las últimas 24 horas, junto con algún vómito esporádico. Además había presentado fiebre de 38,5ºC desde hacía 4 días, aunque con buena respuesta a los antitérmicos. Las deposiciones eran normales y no tenía otros síntomas, aunque por ser tan pequeño y el rechazo de las tomas, los pediatras decidieron ingresarlo.


En la exploración inicial lo que más llamaba la atención eran las lesiones cutáneas que podéis ver en las imágenes, con costras en cara, tronco y extremidades, algo difíciles de valorar porque alguien le había aplicado generosamente una loción de calamina que había dejado unos restos blancos, lo que hacía el cuadro aún más aparatoso. Cuando llegamos estaba afebril, eupneico y no apreciamos lesiones en la mucosa oral. La otoscopia fue normal, así como la auscultación cardio-respiratoria y la exploración abdominal y neurológica. En urgencias le realizaron una analítica en la que no había nada que destacar, salvo una proteína C reactiva de 10 mg/dL.



Y esto es toda la información que os puedo ofrecer por el momento. ¿Empezamos algún tratamiento o sólo realizaríais medidas de soporte? ¿Qué le ponemos en esas pupas? ¿Seguimos con la calamina? ¿Podemos bañarle? ¿Pueden ir a visitarle sus primitos al hospital o mejor no? El miércoles intentaremos responder a estas preguntas y os contaremos el desenlace de este caso.

Hoy vamos a bucear con unos bichos preciosos, y también algo peligrosos... tiburones puntas blancas oceánicos. El vídeo es brutal.


Cat Island May 2014 - GH4 Demo Reel from Christopher Parsons on Vimeo.

miércoles, 18 de junio de 2014

Foliculitis por Pseudomonas: la culpa fue del spa

Guillermo no nos lo había contado todo, aunque indagando un poco más nos explicó que, al día siguiente de haberse depilado fue a la piscina y luego estuvo relajándose un rato en el spa del gimnasio. Lo malo de ir a gimnasios pijos (no como el mío, que ni tiene piscina) es que, de tanto en tanto, las pseudomonas pueden campar a sus anchas y darnos algún susto. Evidentemente no es lo normal, pero a veces algo falla, y desde los años 70 son frecuentes las publicaciones de brotes más o menos epidémicos de foliculitis por Pseudomonas relacionadas con spas, jacuzzis y demás actividades acuáticas en piscinas.

I-Spa - Private Jacuzzi
En ocasiones, relajarse demasiado puede traer consecuencias

La foliculitis por Pseudomonas es una infección bacteriana de los folículos pilosos. El reservorio más frecuente de dicha infección incluye instalaciones con agua caliente, como jacuzzis, saunas, spas, piscinas climatizadas, etc. Sin embargo, se trata de un bichejo bastante ubicuo, y se han descrito casos en piscinas particulares, piscinas hinchables de juguete, incluso en agua salada a partir del uso de diversos objetos de baño contaminados, como flotadores.

El cuadro clínico se presenta en forma de pústulas centradas por un folículo con un halo más o menos eritematoso, siendo frecuentes el prurito, dolor o sensación de quemazón. Típicamente las lesiones aparecen entre 8 horas y 5 días después de la exposición a aguas u objetos contaminados, con tendencia a diseminarse afectando las áreas cubiertas por el bañador. Las palmas, plantas, cara y cuello no se suelen afectar. Aunque lo más frecuente es que se limite a la piel, en ocasiones los pacientes pueden experimentar síntomas sistémicos, en forma de malestar general, fatiga, fiebre o febrícula, náuseas, diarrea y dolor de garganta. En pacientes inmunodeprimidos, la folliculitis puede afectar estructuras más profundas, causando ectima gangrenoso, nódulos subcutáneos o celulitis infecciosa.

Pseudomonas aeruginosa, con microscopio de barrido, falso color. Fuente: Wikipedia

El diagnóstico diferencial de este tipo de foliculitis se realiza, naturalmente, con foliculitis de otras etiologías, como el estafilococo o la Malassezia. También con foliculitis provocadas por irritantes químicos, e incluso con picaduras de artrópodo. Un cultivo bacteriológico tomado en condiciones adecuadas nos sacará de dudas y confirmará el diagnóstico.

La evolución natural de esta enfermedad es a la resolución espontánea en 2-15 días, normalmente sin dejar cicatriz, aunque en ocasiones puede dejar hiperpigmentación residual.

Respecto al tratamiento, la aplicación de compresas impregnadas en ácido acético al 5% (lo que viene siendo vinagre diluido) durante unos 20 minutos varias veces al día puede ayudar a aliviar al paciente, y aunque la resolución espontánea es lo esperable, lo habitual es dar antibiótico en los cuadros más floridos. En este sentido, vale la pena recordar que las fluoroquinolonas son la única clase de antibióticos con actividad antipseudomona disponibles en formulación oral.

A nuestro paciente le realizamos un cultivo que fue positivo para Pseudomonas aeruginosa, y dado que al resultado del cultivo las lesiones se habían extendido, se indicó tratamiento con ciprofloxacino durante 7 días, con resolución de las mismas en pocos días. Seguramente la depilación previa a la utilización del spa facilitó la infección en este caso.

Moraleja: ante una foliculitis, preguntar siempre por el antecedente de utilización de saunas o jacuzzis, y en caso afirmativo, no está de más buscar Pseudomonas.

Si queréis ampliar información podéis consultar este artículo de un caso similar en unos baños árabes.

Yo prefiero el agua salada, así que os dejo con el vídeo de nuestro último viaje a Filipinas (tranquilos, que es cortito).


sábado, 14 de junio de 2014

Granos en las piernas

Era una mañana de consulta extrañamente tranquila, los pacientes iban y venían más o menos a su hora, así que apenas acumulábamos retraso. Claro que esta calma aparente no podía durar mucho, y de repente sonó el teléfono. Llamaban de urgencias para que ver si podíamos “echar un vistazo” a un paciente con granos en las piernas.


Un rato más tarde teníamos en la camilla a Guillermo, un chico de 29 años, aparentemente sano. A primera vista se veía que era deportista, de constitución atlética, y sin alergias ni otras enfermedades. En realidad, practicaba ciclismo y natación. Pero el motivo de su visita a urgencias era la aparición más o menos brusca, en los últimos 3-4 días, de estas lesiones que podéis ver en las imágenes, claramente pustulosas y con una base eritematosa, que se localizaban en ambas extremidades inferiores. No tenía fiebre ni ninguna otra sintomatología, y tampoco adenopatías, aunque las lesiones le picaban un poco, e incluso le dolían. Como habían ido progresando, su médico le había recomendado que se aplicara una pomada de mupirocina, pero al parecer sin demasiado éxito, así que Guillermo acudió a urgencias desde donde nos consultaron.


Cuando indagamos un poco más, Guillermo nos contó que dos días antes del inicio de las lesiones, se había depilado con cera y había continuado haciendo deporte como siempre. No había estado tomando ningún fármaco los días previos, así que piensa que quizá pueda estar relacionado con la depilación.

Y vosotros, ¿qué pensáis? ¿Que le pasa a Guillermo? Y ya puestos, ¿qué hacemos? ¿Tratamiento del tirón? ¿Cremitas o algo más? ¿Alguna prueba que nos pueda ayudar? El miércoles os contaré el desenlace (o en este link)

Hoy os dejo con un vídeo musical curioso: Moving On. Espero que os guste.


Moving On from ainslie henderson on Vimeo.

miércoles, 11 de junio de 2014

Liquen simple crónico: porque en el comer y en el rascar…

En primer lugar he de confesar que a Ricardo no le hicimos ninguna exploración complementaria, así que me tendréis que creer si os digo que se trataba de un liquen simple crónico, entidad muy frecuente también conocida con el nombre de neurodermatitis (porque el picor pone de los nervios, supongo), que es el cuadro que repasaremos hoy.

El liquen simple crónico o neurodermatitis afecta habitualmente a adultos, con predominancia de mujeres respecto a hombres, a cualquier edad, pero más frecuentemente entre los 30 y 50 años. Es el paradigma de lo que denominamos el círculo vicioso del rascado-prurito. No hay una única causa, aunque es más frecuente en personas con antecedentes de atopia, y respecto al prurito, se han implicado diversos factores ambientales, como el calor, sudor, irritación, factores emocionales, etc.

Desde el punto de vista clínico el principal síntoma del liquen simple crónico va a ser el prurito. Y no un picor cualquiera, sino uno muy intenso, que puede ser continuo o esporádico. Ya sea de manera consciente o no, ese picor va a conducir inexorablemente al rascado de la zona afectada, y puede aliviarlo transitoriamente (otras veces, simplemente, se reemplaza el prurito por dolor de tanto rascar). La intensidad del picor empeora con la sudoración, la ansiedad o la irritación producida por algunas prendas de ropa.

Imagen tomada al cabo de 2 meses de la visita inicial

La consecuencia de este rascado persistente va a ser la formación de una placa escamosa y liquenificada (engrosada), con excoriaciones. Con el paso del tiempo pueden además observarse trastornos de la pigmentación (hipo o hiperpigmentación). Habitualmente se presenta con una única placa, aunque tampoco es tan infrecuente que sean varias. Las localizaciones más frecuentes son el cuero cabelludo, la zona occpital, los tobillos, las superficies extensoras de las extremidades y la región ano-genital (labios mayores en la mujer y el escroto en el hombre).

El liquen simple crónico puede hacernos plantear el diagnóstico diferencial con otras entidades también frecuentes, como la psoriasis, el liquen plano, la dermatitis de contacto o una dermatofitosis. En región genital, además, habrá que considerar una enfermedad de Paget extramamaria o un liquen escleroso.

Si realizamos una biopsia ésta nos mostrará hiperqueratosis variable con paraqueratosis y ortoqueratosis, hipergranulosis e hiperplasia epidérmica psoriasiforme. La dermis papilar presenta un engrosamiento del colágeno con gruesos fascículos y estrías verticales. Además podemos observar un infiltrado inflamatorio perivascular con linfocitos, histiocitos y eosinófilos.

La evolución sin tratamiento es hacia la cronificación, e incluso con tratamiento adecuado los pacientes pueden presentar exacerbaciones con frecuencia.

El principal objetivo del tratamiento es el de evitar el rascado (más fácil decirlo que hacerlo), para lo que serán necesarios los corticoides tópicos de elevada potencia (en muchas ocasiones aplicarlos con oclusión puede ser muy útil), así como insistir en la aplicación de emolientes para mantener un grado óptimo de hidratación de la piel. Los antihistamínicos sedantes administrados por la noche también nos ayudarán a evitar en cierta manera ese rascado que no hace más que perpetuar las lesiones. Pero lo más complicado es convencer al paciente de la importancia de evitar el rascado.

Finalmente algunos “trucos” para diferenciar el liquen simple crónico de otras entidades, en especial la psoriasis:
  • Si no pica o no pica mucho, pensad en otras patologías, como psoriasis.
  • Es raro que una psoriasis se presente con una única placa (aunque a veces es cuestión de tiempo).
  • Aunque el paciente acuda con una única lesión, buscad siempre otros signos de psoriasis (en cuero cabelludo, en las uñas, antecedentes familiares). A veces hay que alejarse y tomar un poco de perspectiva.
  • Y si existen dudas, es igualmente correcto realizar tratamiento para el liquen simple crónico (advirtiendo al paciente de que vuelva en caso de que le aparezcan lesiones en otras localizaciones o no se controle adecuadamente). No olvidemos que los corticoides tópicos son un tratamiento habitual de la psoriasis.
  • Finalmente, en lesiones recurrentes, es correcto realizar una biopsia cutánea que nos puede ayudar a salir de dudas. Otras exploraciones complementarias no tienen mucho sentido.
El caso de Ricardo evolucionó bien y aquí podéis ver las fotos al cabo de 2 meses de la primera visita, después de 1 mes de tratamiento con antihistamínicos orales, clobetasol tópico y un emoliente con urea al 10%. Dado que no han aparecido lesiones en otras áreas y la respuesta al tratamiento ha sido correcta (con hiperpigmentación postinflamatoria que se resolvió parcialmente con el transcurso de los meses), nos quedamos con el diagnóstico clínico de liquen simple crónico.

Hoy dejamos las ciudades y nos vamos a Troms∅ (Noruega) para disfrutar de esas preciosas tormentas geomagnéticas. Espero que lo disfrutéis tanto como yo.


Silent Storms from Ole C. Salomonsen on Vimeo.

sábado, 7 de junio de 2014

Me pica la pierna

Eso es lo que nos dice Ricardo cuando viene a vernos, derivado por su médico de familia. Nuestro paciente de hoy tiene 41 años, un fototipo IV, no tiene ninguna alergia conocida ni ningún otro antecedente relevante, aparte de ser fumador. Además nos trae una analítica que le ha pedido su médico que es estrictamente normal.


Ricardo no termina de entender porqué le pica tanto la pierna desde hace más de medio año. Sólo la pierna derecha, y en una zona bastante concreta, en el tercio medio externo. No es un picor continuo, sino que va como a rachas y sólo siente alivio cuando se rasca, a veces hasta hacerse heridas. En ocasiones incluso le cuesta conciliar el sueño por este motivo, y se llega a despertar por las noches a causa del prurito. Su médico le ha dado una crema de tacalcitol y le ha dicho que se ponga mucha hidratación, pero si lo hace aún le pica más. Su suegra le ha dicho que se haga friegas con alcohol. Le escuece muchísimo, pero es verdad que luego nota un cierto alivio, aunque dura poco. Su mujer le ha preparado una especie de gel que hace con aloe vera (el cactus). Y nada. Y su cuñada le ha dado un bote de rosa mosqueta, que ya se sabe que va genial para la piel. Pero tampoco…

Lo que nosotros podemos ver es una placa más o menos bien definida en la pierna derecha, sin que exista ninguna otra lesión similar en otras zonas del cuerpo. La mucosa oral es normal y las uñas no tienen alteraciones que podamos apreciar. Ricardo no tiene ninguna otra sintomatología, y lo único que quiere es olvidarse de ese picor tan insoportable.

¿Qué os parece? ¿Diagnóstico a primera vista? ¿O hacemos pruebas? ¿De alergia? ¿Cultivo? ¿Biopsia? ¿Examen directo con KOH? ¿Y el tratamiento? ¿Nos atrevemos con algo o esperamos a resultados?

De momento lo dejamos aquí, pero el miércoles saldremos de dudas (o no). Hoy nos vamos a París (estamos bastante cosmopolitas, últimamente).


Paris in Motion (Part 4) from Mayeul Akpovi on Vimeo.

miércoles, 4 de junio de 2014

Mucocele: moco hasta en la boca

El mucocele (también llamado quiste mucoide) es una lesión completamente benigna, casi siempre asintomática, que aparece en la mucosa oral, en ocasiones tras un traumatismo menor, aunque muchas veces no se puede determinar el origen.

Es frecuente en adultos jóvenes y niños, siendo más habitual su localización en el labio inferior, en la porción interna.

Imágenes hidtológicas del mucocele de este caso (Dr. F. Terrasa)

Clínicamente son muy característicos, observándose una pápula cupuliforme, fluctuante y no dolorosa, que suelen adquirir un tono azulado por transiluminación, de tamaño variable, que va de pocos milímetros hasta unos 2 cm. Son consecuencia de traumatismos o de la obstrucción de los conductos de las gándulas salivares menores.
No es extraño que sufran rotura espontánea (o tras una mordedura accidental) y que se curen sin necesidad de ninguna intervención, pero a veces pueden requerir tratamiento, bien por persitencia, molestias locales o en lesiones recurrentes.
Los mucoceles múltiples son un hallazgo poco frecuente que se han asociado a entidades como el liquen plano, el penfigoide cicatricial o la enfermedad de injerto contra huésped.
Una forma especial de mucocele, y potencialmente grave, es la denominada ránula, que se localiza en el suelo de la boca a los lados del frenillo, secundaria a la afectación de las glándulas salivales sublinguales.

Aunque son fáciles de diagnosticar, en ocasiones tendremos que realizar el diagnóstico diferencial con los fibromas mucosos (que no son quísticos) o con otros tumores de las glándulas salivares.

Histológicamente suele observarse un epitelio escamoso con una cavidad subyacente que contiene mucina y células inflamatorias con tejido de granulación.

Cuando es necesario realizar alguna intervención terapéutica, se puede optar por una extirpación simple (que fue lo que hicimos con Mari Carmen debido a que la lesión le molestaba), criocirugía o tratamiento con láser. La tasa de recurrencias después de tratamiento quirúrgico son de un 5% a los 6 meses, aproximadamente.

El timelapse de hoy es de Río de Janeiro. Y el sábado, nuevo caso.


RIO from SCIENTIFANTASTIC on Vimeo.