02 abril 2022

Una cicatriz espontánea

Simplemente por poneros en antecedentes, el caso de esta semana nos lo trae Verónica Fernández Tapia, nuestra R1 en Dermatología, así que sin más os dejo con ella, a quien agradezco de antemano que se haya prestado a ello.

Doctoras, ¿y esto qué es?” Esa era la gran pregunta de nuestra paciente, y la verdad es que, en el momento de valorarla por primera vez, os aseguro que la mía también. Ya os podéis imaginar que la respuesta de esta semana no va a ser algo común (o sí, porqué como R1 que soy dudo de hasta mi propia existencia). Pero vayamos paso a paso y empecemos desde el principio.


Mercedes era una mujer de 45 años, secretaria de profesión. Tenía dos hijos adolescentes y nos explicaba que siempre iba muy ajetreada: “¡No me da tiempo para nada, doctoras!” Afortunadamente, gozaba de una salud de hierro, ningún antecedente patológico relevante y lo único que tomaba era algún paracetamol puntual cuando la cabeza le daba guerra. Un día por casualidad, decidió ponerse crema hidratante tras la ducha (¡Bien hecho, Mercedes!) y al tocarse el pecho notó debajo de su clavícula derecha una zona abultada. Al fijarse detenidamente, se dio cuenta de que además tenía una especie de cicatriz, o así nos lo contaba ella. Le preguntamos si se había hecho alguna herida, a lo que ella contestó que “Para nada, eso ha salido solo”, con mucha seguridad. Y al interrogarla sobre los síntomas, nos perjuró que ni le molestaba ni le picaba.


Con toda esta información en la cabeza, nos acercamos a la paciente deseando que la exploración física nos diese alguna pista más. Al inspeccionar y palpar la zona en cuestión observamos que efectivamente había dos nódulos del color de la piel y al lado, una zona atrófica. Nuestra cabeza empezaba a echar humo: ¿Qué podría ser? ¿Cuál sería el siguiente paso? ¿Hacemos un punch? Y si es así, ¿de qué diámetro?
Aún quedan días para saber la respuesta y sé que algunos de vosotros estáis impacientes por saber qué es. Para que la espera se haga más llevadera, ¿qué os parece si nos explicáis cuál sería vuestro diagnóstico diferencial y qué haríais a continuación?. Y si alguien ya lo tiene muy claro, hasta nos podría decir cuál sería el tratamiento a seguir.  

Nosotros volveremos el miércoles para explicarlo. Hoy nos despedimos con un timelapse del eclipse lunar de abril de 2014. La música es un poco inquietante, he de reconocer.

Lunar Odyssey from Andrew Walker on Vimeo.

5 comentarios:

  1. Dermatofibrosarcoma protuberans

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  2. 1.Queloide espontáneo
    2.Dermatofibrosarcoma protuberans (DFSP)? de inicio

    Esperemos el laudo histológico. Mis saludos desde Caracas,

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  3. Anónimo3/4/22 07:49

    Anetodermia?

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  4. Antònia Morant3/4/22 23:16

    Nos encontramos ante una lesión en tronco de aparición silenciosa, sin traumatismo previo y de desconocido tiempo de evolución. Se trata de una paciente de 45 años sin antecedentes patológicos ni clínica alguna, cosa que dificulta la orientación del caso. A la exploración nos explican dos nódulos del color de la piel con una zona atrófica…

    Lo primero que me viene a la mente es que se trate de una pequeña lipoatrofia de la zona con redistribución del tejido circundante, originando los dos nódulos. Por otra parte, se me ocurre que podría tratarse de una lesión neoformativa que se encuentre en sus estadíos más tempranos, por lo tanto, difícil de caracterizar en el momento actual.

    De momento realizaría una analítica sanguínea a la paciente con reactantes de fase aguda (a ver si encontramos alguna alteración) y una biopsia cutánea para examinar la lesión en su base histopatológica. Mientrastanto, seguiré revisando la literatura en busca de posibles diagnósticos.

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