13 abril 2022

Lipoatrofia semicircular: una enfermedad misteriosa

La lipoatrofia semicircular es una de esas enfermedades extrañas que, si no fuera porque se ve a simple vista, muchos dirían que no existe. Hoy lo explicaremos a partir de un reciente artículo de F. J. Bru-Gorraiz y colaboradores publicado en Actas Dermosifiliográficas y que intenta clasificar esta curiosa entidad.

Se describió en 1974 por Gschwandtner y Münzberger (que ya tiene narices tener un apellido con 10 consonantes y dos vocales) y se caracteriza por la presencia de por la presencia de áreas deprimidas en la superficie cutánea con una distribución peculiar como bandas alargadas horizontales (transversales), habitualmente simétricas, que se localizan en cara anterior y lateral de los muslos y que suele afectar a mujeres jóvenes. Claro que también se han descrito casos unilaterales o asimétricos, incluso en diferentes localizaciones o con bandas paralelas. El diagnóstico es clínico y no existe a día de hoy ninguna exploración complementaria que lo pueda confirmar o descartar.


Pero lo más curioso de todo es su supuesto origen, y es que entre las causas que lo provocan parece que lo más lógico es pensar en una presión repetitiva en zonas concretas por el contacto con el borde de la mesa, especialmente cuando la postura en el trabajo es inadecuada, así como la presión que puedan ejercer determinadas prendas de ropa o microtraumatismos repetidos. Eso en casos aislados, porque se han descrito no pocas agrupaciones de casos que se han relacionado con un determinado ambiente laboral, como brotes “epidémicos” en personas con un trabajo sedentario de oficina. Lo que más llama la atención al revisar esas publicaciones es que estas “miniepidemias” se han relacionado con el trabajo con equipos informáticos y, sobre todo, en edificios con climatización y escasa ventilación natural (los llamados “edificios inteligentes”). Algunos autores han propuesto la exposición a corrientes eléctricas o campos electromagnéticos debidas a los equipos o cableado, en especial si se produce en un ambiente de baja humedad relativa.

El mecionado artículo hace referencia a un brote de casos sospechosos a partir de mayo de 2008 en el personal administrativo de un eficicio municipal en Madrid, que precisó la intervención de los Servicios de Salud Laboral y de Dermatología en un trabajo que se puede calificar de detectivesco y que incluyó a 75 mujeres y un hombre. En un 14% de los casos referían algún tipo de sintomatología localizada y en un 17%, síntomas generales, como astenia, mialgias y cefaleas. A diferencia de otras series, en la de Madrid es bastante frecuente la presentación unilateral. La tendencia es a la mejoría en casi todos los casos (especialmente tras la jubilación). Los autores son de la opinión que la lipoatrofia semicircular tiene relación con alguna noxa local (eléctrica, electromagnética o por presión repetida) en pacientes con predisposición local, ya sea por un tema de inserciones musculares o alteraciones vasculares locales, sin que parezca tener relación con otros factores, como el índice de masa corporal. Personalmente me cuesta pensar en otra causa que no sea la de la presión local, pero hay que reconocer que es un tema bastante estudiado y no siempre se puede recoger ese antecedente.

En esta serie de casos y desde el Departamento de Salud Laboral, se llevaron a cabo las siguientes medidas preventivas:

  • Mantener la humedad relativa en el lugar de trabajo 45-55%.
  • Aplicar productos antiestáticos en las superficies susceptibles de retener electricidad estática en forma de spray o barniz.
  • Aplicar diariamente un producto antiestático con la limpieza del suelo.
  • Informar a los trabajadores sobre la forma de intervenir individualmente para su prevención:
    • Adaptar la altura de la silla para evitar el contacto de los muslos con la mesa, apoyando los pies en el suelo o reposapiés.
    • Adoptar una posición erguida, adecuada a la actividad laboral.
    • Evitar apoyarse de forma repetida en el borde de las mesas.
    • Levantarse de la silla y caminar unos minutos al menos cada hora.
    • No apoyar los pies en las patas de la silla.
    • Evitar frotamientos repetidos sobre la silla durante la jornada.
    • Sentarse apoyando en lo posible la espalda en el respaldo.
    • No usar tejidos con fibras artificiales (acrílicas) cuando la acumulación de electricidad estática es importante.
    • Mantener una correcta hidratación con agua.
    • Evitar el uso habitual de prendas muy ajustadas.

Afortunadamente, los casos de lipoatrofia semicircular presentarán en su mayoría una evolución favorable, pero vale la pena saber que existe esta entidad para saber reconocerla si se nos presenta la oportunidad. No sabemos muy bien qué pasó con Romina, que formaba parte de esa serie de casos, aunque probablemente con esas recomendaciones las lesiones se resolvieran en algunos meses.

Aunque escribo estas líneas 2 semanas después de la invasión de Ukrania por Rusia, el vídeo es del pasado verano. Ojalá cuando se publique este post haya pasado todo, aunque para muchos será demasiado tarde.

UKRAINE Unreal from Joerg Daiber on Vimeo.

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