miércoles, 15 de junio de 2011

Las medusas, mejor con vinagre.

Porque todo el mundo sabe cómo actuar ante una picadura de medusa, cada verano los periódicos y noticiarios nos inundan con reportajes al respecto. ¿O no?
Por si acaso, y aunque el tema se escapa de nuestras consultas cotidianas en dermatología, creo que no está de más recordarlo.

Pelagia noctiluca
Las medusas son esos seres gelatinosos, con forma acampanada, y de cuyos bordes cuelgan los tentáculos, que se encuentran provistos de cnidocitos, las células urticantes que utilizan para capturar presas y como mecanismo de defensa. Al contacto con una presa (o con un bañista despistado), las células urticantes se eyectan como si fueran un arpón, inyectando el veneno a través de la piel. Hay que tener en cuenta que los tentáculos de las medusas muertas siguen siendo urticantes.

En nuestras aguas, las especies más frecuentemente involucradas en accidentes son Pelagia noctiluca y Crhysaora hysoscella.
Hay que tener en cuenta que, habitualmente, las lesiones que producen no suelen ser graves, aunque de entrada producen prurito local y dolor intenso y muy agudo, con lesiones típicamente multilineales o serpiginosas, eritema, edema, y a veces petequias, vesículas y ampollas. Es excepcional que produzcan sintomatología sistémica (calambres, náuseas, hipotensión, hasta un shock anafiláctico, habitualmente ante picaduras múltiples o pacientes sensibilizados). Además pueden quedar cicatrices o discromías persistentes en la zona afectada.

¿Cómo actuar en la fase aguda, en la misma playa?
  • No frotar la zona afectada con arena ni con la toalla.
  • Extraer cualquier resto de tentáculo que permanezca adherido a la piel, usando guantes, tarjeta crédito…
  • Aplicar vinagre (o amoniaco diluido con agua de mar 50%).
  • No limpiar la zona de la picadura con agua dulce, usar siempre agua salada.
  • Aplicar frío sobre la zona afectada durante 15 minutos usando una bolsa de plástico que contenga hielo. Nunca aplicar hielo directamente a no ser que sea de agua marina. Si el dolor persiste conviene aplicar de nuevo la bolsa de hielo durante otros 5-15 min.
  • Si el estado de la víctima empeora progresivamente y se detectan complicaciones respiratorias, convulsiones o alteraciones cardíacas, ha de ser llevada inmediatamente al hospital.
  • No frotar la herida con orina ni bebidas alcohólicas. El cambio en el pH activa los cnidocitos y produciría más dolor.
Posteriormente, ya en casa, y si la piel está íntegra, puede aplicarse un corticoide tópico, asociado o no a antibiótico. Si hay alteración de la integridad cutánea, se aplicará un antiséptico o una crema antibiótica. Se recomienda vacuna antitetánica y fotoprotección posterior.

Y para no alargarme mucho, cambiamos un poco el formato y os dejo con una presentación que di el mes pasado en el Colegio de Enfermería, en la que, aparte de medusas, hablamos también de otros bichos, algunos mucho más peligrosos, como los traquínidos (conocidos como peces araña), y otros no tanto, como erizos, actinias, escorpénidos, morenas, etc.

5 comentarios:

  1. Olé Rosa por este post apasionante y especialmente enriquecedor y oportuno. Mil gracias, maehtra

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  2. Me alegro de que te guste. Aprovecho para aclarar (pq me lo están preguntando vía Twitter) que el tema de vacuna antitetánica, como en cualquier herida, en casos en que no estén vacunados correctamente (se supone que en los niños no sería necesario).
    Hasta el sábado (cambiaremos un poco de tercio)

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  3. muy ilustrativo. Las picadas de las arañas dan especial pavor... has visto alguna rosa?
    NADAL2

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  4. Excelente blog. Interesantísimo y muy bien desarrollado. Lo cuelgo en el mío.

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