De un recién nacido te puedes esperar muchas cosas: que
llore, que haga pipi, caca, que saque gases por arriba y por abajo, que succione
como si no hubiera un mañana… pero lo que no te esperas es que nazca con una
zona en la espalda con más vello de lo normal. Eso es lo que pensaban los
padres de Mauro, que apenas tenía 48 horas de vida. Y los pediatras debían
opinar lo mismo, puesto que hicieron una interconsulta a dermatología antes de
dar de alta al bebé que, por otra parte, era fruto de un segundo embarazo y un
parto normal a las 40 semanas de gestación y no tenía ningún otro problema de
salud, así que la familia ya esperaba el informe de alta para marcharse a casa
a empezar una nueva vida con el último miembro de la familia.
Efectivamente, cuando acudimos a valorar al pequeño Mauro,
pudimos comprobar que, aparte de un evidente eritema tóxico del recién nacido completamente
normal y esperable en un bebé de dos días de vida, tenía además en la región dorsal,
una zona de unos 4 cm aproximadamente con vello más denso y grueso, siendo el
resto de la exploración física estrictamente normal. En ese momento no podíamos
apreciar bien la piel de esa zona porque el eritema tóxico se entremezclaba y
no dejaba ver del todo si había o no algo de pigmentación. Como hemos dicho
antes, Mauro se encontraba perfectamente y sus padres, ansiosos por llevárselo
a casa, aunque un poco intrigados.
¿Qué les decimos? ¿Se pueden ir a casa a pasar la Navidad?
¿O necesitamos hacer alguna prueba antes? ¿Nos preocupamos o podemos ir
abriendo los polvorones? El miércoles, aunque sea el día de Navidad, estaremos
aquí de nuevo para explicarlo (o en este enlace).
Felices Fiestas a todos. Hoy nos despedimos con música.
Nevus de becker, como richard gere
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