03 junio 2020

Onicocriptosis: cuando la uña te toma cariño

Evidentemente lo que le pasaba a Roberto es lo que denominamos onicocriptosis, o en términos más coloquiales “uña encarnada” o “uñero”. No es otra cosa que la consecuencia de la compresión de la lámina ungueal en los bordes periungueales lateral y distal. Este enclavamiento causa dolor, inflamación y una reacción a cuerpo extraño generando tejido de granulación en los casos más graves. Es una de las patologías ungueales más frecuentes y suele ser bastante dolorosa, a veces incluso incapacitante.

Se ha descrito una presentación bimodal, con un pico entre la segunda y tercera década de la vida y otro en población anciana por encima de los 65-70 años. Se estima una prevalencia en torno al 2,5-5% de la población general, siendo más alta ésta en diabéticos (13-32%) y con una mayor tasa de complicaciones, como la infección secundaria o incluso la gangrena.

La localización más frecuente suele ser el primer dedo del pie en su región lateral-distal, debido probablemente a traumatismos de repetición durante la deambulación.

La uña de Roberto, después del tratamiento.

Se han postulado numerosos factores de riesgo para su desarrollo, destacando un mal hábito en el corte de las uñas (generando espículas), traumatismos de repetición, calzado muy ajustado, hiperhidrosis (con la maceración consecuente), obesidad e incluso algunos fármacos, como la isotretinoína.

Disponemos de varias clasificaciones en función de la gravedad de la onicocriptosis. La más clásica y aceptada diferencia entre:
  • Estadio I o leve (fase inflamatoria). Encontramos edema, eritema e inflamación con dolor a la presión en los pliegues ungueales laterales.
  • Estadio II o moderado (fase abscesificada). Añade a lo anterior secreción seropurulenta por posible sobreinfección secundaria.
  • Estadio III o grave (fase de granulación). La inflamación crónica induce la formación de tejido de granulación en los pliegues ungueales laterales, produciéndose en última instancia una hipertrofia de los pliegues laterales y distal de la uña.

Si somos propensos a tener uñeros, debemos ser cuidadosos al cortarnos las uñas

En cuanto al tratamiento, hay que individualizar en función de cada caso. Debemos valorar la gravedad del cuadro y el perfil del paciente. Disponemos de un arsenal terapéutico de lo más variado. Así, de menos a más agresivo encontraríamos:
  • Métodos “caseros como podrían ser el del algodón (conocido como packing) o el de la cinta (taping).
  • Antibióticos tópicos/orales.
  • Cirugía. Existen diferentes modalidades en función de la técnica utilizada, pero en definitiva todas realizan una exéresis del tejido de granulación y tratan de estrechar la lámina ungueal. Puede asociar o no la actuación sobre la matriz ungueal (matricectomía lateral).
Hace unos años hablábamos de Fede y repasábamos estos tratamientos de forma más detallada.
En el día de hoy vamos a introducir otra modalidad de tratamiento que puede ser bastante útil en el manejo conservador de la onicocriptosis. Se trata de la infiltración intralesional de corticoides depot. En este artículo de F. Vilchez et al. presentaron una serie de casos con resultados muy favorables y mantenidos en el tiempo. Recomiendan la inyección en el borde lesional de 0.5-1cc de acetónido de triamcinolona diluido en mepivacaína al 2% en relación 1:5. Se debería reevaluar a la 3-4 semanas para valorar respuesta al tratamiento y/o necesidad de repetir la infiltración. De esta manera podríamos “ahorrarnos una cirugía” realizando este tratamiento menos agresivo.

Os estaréis preguntando qué hicimos con Roberto. Pues bueno, lo primero fue plantear las diferentes opciones terapéuticas disponibles. En cuanto escucharon la palabra cirugía les cambió la cara a ambos, por lo que de entrada no parecía la opción idónea. Finalmente, decidimos conjuntamente con el paciente realizar este tratamiento con infiltración intralesional de corticoides y cuando volvió  a las 4 semanas éste era el aspecto de la uña. Entró con una sonrisa de oreja a oreja a la consulta y la madre, pues aún más.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
  • Vílchez-Márquez F, Morales-Larios E, Del Rio-De la Torre E. Tratamiento no quirúrgico de las uñas encarnadas con infiltración local de triamcinolona. Actas Dermosifiliogr. 2019.
  • Martínez-Nova A, Sánchez-Rodríguez R, Alonso-Peña D. A new onychocryptosis classification and treatment plan. J Am Podiatr Med Assoc. 2007;97:389-93.
  • Geizhals S, Lipner SR. Review of onychocryptosis: epidemiology, pathogenesis, risk factors, diagnosis and treatment. Dermatol Online J. 2019 Sep 15;25 (9).
Aprovecho de nuevo para agradecer a Pedro Navarro Guillamón, residente de tercer año de Dermatología en el Hospital Universitario Virgen de la Victoria (Málaga) por haberse animado a escribir el caso de esta semana en el blog.

Hoy os dejo con un timelapse nocturno, de esos que relajan.

Night Light from Arthur Cauty | Filmmaker on Vimeo.

5 comentarios:

  1. Anónimo3/6/20 20:05

    Hola! Uña encarnada no existe en terminología médica. Sí incarnata o incarnada. Un saludo!

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    1. Hola. Diccionario de términos médicos de la RANM. Transcribo:

      uña encarnada [ingl. ingrown nail]
      1  [CIE-10: L60.0] Penetración de los bordes laterales de la placa ungueal en los repliegues cutáneos periungueales laterales, generalmente causada por espículas de los bordes de placa. Suele afectar al dedo gordo del pie en su borde externo, debido a la comprensión lateral por el uso de un calzado inapropiado o a la excesiva longitud del dedo. Los primeros síntomas son el dolor y el enrojecimiento, seguidos de hinchazón, supuración y más tarde formación de tejido de granulación.
      SIN.: onicocriptosis; coloq.: uñero.
      OBS.: Puede verse también "uña incarnada" y "uña incarnata".

      Un saludo

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  2. Hola! Después de leer el post y las referencias me surgen 2 dudas:
    1.- Junto con la infiltración, ¿se debe realizar tratamiento antibiótico concomitante?
    2.- En la proporción de corticoide/mepivacaína, si introducimos 1 cc en la lesión, ¿la mezcla se compondría de 0,2 cc de corticoide + 0,8 cc de Mepivacaína?

    Un saludo.

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  3. Hola Paco, con respecto a tus dudas:
    1. El procedimiento debe realizarse con las medidas de asepsia habituales en este tipo de técnicas (desinfección previa de la zona, campo estéril para trabajar así como guantes estériles). Siguiendo las medidas correctamente no es necesario realizar cobertura antibiótica, salvo sospecha de infección concomitante.
    2. Efectivamente la relación corticoide/anestésico es correcta. Normalmente no es necesario introducir todo el volumen de la jeringa, se toma 1cc de referencia ya que las cuentas son más sencillas e intuitivas de esa manera.
    Espero haya podido resolver tus dudas.
    Un saludo

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  4. HOla

    Comentar que en muchos casos los podólogos realizamos un corte de la zona que se esta "clavando" en la piel y ya. Si hace falta antibiótico lo damos porque podemos preescribirlo, si hay que hacer curas diarias también, si hay que hacer curas en clínica también... Y es probable que no haga falta llegar a la cirugía. Al no comentarlo he pensado que podría ser que no lo conocieses pero es muuuy utilizado.

    Un saludo

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