22 noviembre 2025

Onicopapiloma: no es una simple verruga

El onicopapiloma es un tumor benigno del lecho ungueal y de la matriz distal de la uña, cuya causa no se conoce, y que clásicamente se ha descrito como una banda localizada de eritroniquia longitudinal, aunque de manera más reciente se han reportado otros muchos signos clínicos. Debido a ese amplio espectro clínico se considera un potencial imitador de otras entidades, desde verrugas víricas, tumores del tejido conectivo o incluso, carcinomas de células escamosas o melanoma ungueal.

Aunque se describe como un tumor raro, con poquitos casos reportados en la literatura, se considera la causa principal de eritroniquia longitudinal localizada y, seguramente, es mucho más frecuente de lo que se cree (y por ese motivo lo traemos a este blog). Como ya hemos dicho hasta la saciedad, lo que no se conoce, no se puede diagnosticar. Si queréis ver más fotos y ampliar la información os recomiendo esta carta publicada en ActasDermo-Sifiliográficas el pasado año por C. Arias-Rodríguez.

La uña de Atilano, a los 6m de la primera intervención

El onicopapiloma fue descrito por primera vez en 1995 por Baran y Perrin, quienes describieron 4 casos de eritroniquia longitudinal. Desde entonces se han propuesto diversas hipótesis para explicar su origen, como una hiperplasia tumoral del epitelio del lecho ungueal secundaria a traumatismos o irritación crónica o como una reacción a trastornos inflamatorios ungueales concomitantes, como un liquen plano. Sea como fuere, no termina de estar claro a día de hoy.

A menudo se presenta como una cromoniqua longitudinal (o sea, no solo de color rojo), asociada a hiperqueratosis subungueal localizada, hemorragias en astilla y onicolisis distal y, en algunos casos, también con fisura de la lámina ungueal. Asimismo, puede presentarse también con hemorragias en astilla de manera aislada, que pueden ser únicas o múltiples, más o menos largas. Se observa más frecuentemente en las uñas del primer dedo de la mano. En un estudio en el que se reportaron 17 casos histológicamente confirmados, en todos los casos solo se comprometía un dedo, siendo el más frecuente el pulgar de la mano izquierda.

La dermatoscopia (onicoscopia cuando miramos uñas) ha demostrado ser muy útil cuando evaluamos el aparato ungueal y en el caso del onicopapiloma revela una banda longitudinal bien delimitada que se extiende desde la lúnula hacia el borde libre, con líneas irregulares de color violáceo a negro (las hemorragias en astilla) asociadas a la presencia de una masa hiperqueratósica y filiforme subungueal que puede observarse en el borde libre de la uña. Seguramente, cuando la lesión progresa, los hallazgos pueden ser más inespecíficos.


Imágenes clínica y dermatoscópica de otro paciente

Pese a tratarse de un tumor de comportamiento benigno, se ha reportado un caso de onicopapiloma con histología maligna (con síntomas de dolor y sangrado). Debemos tener presente que el onicopapiloma suele ser asintomático o con síntomas leves, así que cuando la clínica es más atípica, constituye un signo de advertencia y seguramente estaría indicada la realización de un examen histológico para descartar malignidad u otras causas.

El tratamiento no siempre es necesario (en casos típicos y asintomáticos) pero, en caso de decidirse, es quirúrgico, mediante una avulsión total o parcial de la uña afecta, debiendo incluir la matriz distal para evitar las recurrencias, que de otro modo serían frecuentes. Si el defecto es de menos de 4mm se puede dejar por segunda intención, mientras que en defectos mayores se recomienda la reconstrucción mediante dos colgajos laterales. Pese a todo, no es raro que tras la cirugía se presente una onicolisis o fragilidad de la lámina ungueal o, incluso, una fisuración longitudinal.

Tras explicarle a Atilano lo que creíamos que le pasaba en la uña, finalmente decidimos intervenirle y, aunque tras una primera cirugía más conservadora la uña mejoró bastante de aspecto (además de confirmar el diagnóstico con la biopsia), como podemos ver tras 6 meses, parecía que la lesión estaba recidivando, de manera que volvimos a operarlo y esta vez fue la definitiva (aunque no tengo imágenes) Sí que os he puesto las fotos de otro caso de onicopapiloma más incipiente en otro paciente, también en la uña de una mano.

Ya estoy tardando en ir a bucear a Cabo de Palos, madre mía, qué espectáculo... Dentro, vídeo.

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