19 abril 2023

La dermatoscopia de las queratosis actínicas pigmentadas

Evaluar las lesiones pigmentadas de la cara no siempre es sencillo, sobre todo en pacientes con daño solar crónico. Está claro que el dermatoscopio va a ser nuestro principal aliado en la práctica clínica cotidiana, pero aún así a veces es complicado diferenciar una queratosis seborreica plana de un léntigo solar, una queratosis liquenoide benigna o incluso una queratosis actínica pigmentada o un léntigo maligno. Además, hay que tener en cuenta que las lesiones pigmentadas en la cara se caracterizan por la presencia de un pseudorretículo pigmentado, consecuencia de una menor cantidad de crestas interpapilares y un mayor número de estructuras anexiales en esa localización, así que cuando evaluamos lesiones pigmentadas en la cara debemos cambiar el “chip” para no meter la pata.

Aspecto después del tratamiento (6 meses)
Si os interesa el tema podéis revisar este artículo de Kelati en Actas Dermosifiliográficas (2017) o este otro, algo más antiguo, de Ciudad también en Actas (de donde he adaptado la tabla que encontraréis a continuación). En este otro, Micantonio propone en European Journal of Dermatology (2018) un algoritmo para ayudar a diferenciar la queratosis actínica pigmentada del léntigo maligno.

Imagen dermatoscópica (antes del tratamiento)
El hallazgo dermatoscópico más frecuente es una granulación marrón-gris de distribución perifolicular, así como estructuras romboidales y un patrón anular-granular (que se corresponden con la presencia de agregados de melanina y macrófagos en la dermis papilar). Se ha descrito un pseudorretículo pigmentado de color marrón grisáceo, que se corresponde histológicamente con la hiperpigmentación del estrato de Malpighi, interrumpido por las salidas foliculares. Otra estructura, como el borde apolillado, típica del léntigo solar o de las queratosis seborreicas, también se ha descrito en algunas queratosis actínicas pigmentadas. En cambio, si vemos aperturas foliculares asimétricamente pigmentadas, deberemos sospechar que nos encontramos ante un léntigo maligno en una fase inicial, que traducen la invasión de los melanocitos neoplásicos en los folículos pilosos. Además, los puntos y glóbulos perifoliculares de las queratosis actínicas pigmentadas suelen ser más regulares en cuanto a tamaño, color y distribución respecto al léntigo maligno. Otro dato a favor de lesión maligna es al presencia de un anillo hiperpigmentado alrededor de las aperturas foliculares.

Hallazgos dermatoscópicos de las lesiones pigmentadas faciales

En resumen, la interpretación de las lesiones pigmentadas faciales no es sencilla, pero con un poco de entrenamiento el dermatoscopio nos puede ayudar muchísimo a tomar decisiones. Hoy lo dejamos aquí. Ánimo, que ya queda menos para el fin de semana.

Pese a todos los algoritmos, a veces seguimos dudando, y a Fabiola le tomamos dos biopsias en diferentes momentos, confirmándose el diagnóstico de queratosis actínica pigmentada. Finalmente, decidimos realizar un poco de crioterapia superficial que hizo que la lesión remitiera y, al menos dos años más tarde, no ha vuelto a aparecer.

Hoy viajamos con este vídeo a Cappadocia, porque ya no nos acordamos del terrible terremoto que asoló Siria y Turquía, y eso que sólo hace tres meses. Hasta el sábado.

Frozen Cappadocia - In Memory of all Earthquake Victims in Türkiye and Syria from Dennis Schmelz on Vimeo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Éste es un blog dirigido a profesionales sanitarios y personas interesadas en la Dermatología. En ningún caso se atenderán consultas particulares (ver apartado de normas del blog).