06 diciembre 2025

Nevus acrómico y el lío de los mosaicismos pigmentarios

Nevus acrómico o nevus depigmentosus son términos equivalentes para describir una entidad dermatológica hipopigmentada, congénita, que vemos con relativa frecuencia en niños (y no tan niños, puesto que la mancha va a persistir en el tiempo), en cualquier localización del cuerpo. Descrito por primera vez por Lesser en 1884, no fue hasta 1967 cuando Coupe elaboró una serie de criterios diagnósticos: leucoderma presente en el nacimiento o de aparición temprana, persistencia a lo largo de la vida, sin alteración en la superficie de la piel y sin síntomas y ausencia de borde hiperpigmentado. El nevus acrómico crece solo proporcionalmente al crecimiento del niño y suele tratarse de una lesión solitaria de bordes serrados que no atraviesa la línea media.

Su prevalencia se estima en un 0,4 hasta un 3% (esta discrepancia seguramente es debida a que en muchos casos no es motivo de consulta y, por tanto, probablemente está infradiagnosticado), además de que en niños de piel clara puede ser difícil de apreciar. Niños y niñas se afectan por igual. En el 60% son lesiones solitarias, en el 40% aparecen en cara o cuello, el 30% son advertidas ya en el nacimiento y en el 92%, antes de los 3 primeros años de vida.

La patogénesis no es del todo conocida, pero se sabe que hay una reducción de melanosomas en los melanocitos, que son incapaces de realizar de manera eficiente la transferencia a los queratinocitos, seguramente por inmaduros y de localización dispersa en agregados alrededor del núcleo (en vez de supranucleares, como los melanosomas en piel normal).

Ya hemos comentado la presentación clínica, pero vale la pena añadir que el nevus acrómico se puede presentar en dos formas clínicas: la primera, y más frecuente, es la forma aislada, como una mancha ovalada o redondeada bien delimitada, de bordes serrados. La segunda puede presentar mayor confusión, ya que es una forma segmentaria, de mayor tamaño, que puede seguir las líneas de Blaschko.

El examen con luz de Wood puede ser útil, al tratarse de un método no invasivo que nos permite descartar otras enfermedades que también cursan con manchas hipopigmentadas. En este caso, se muestra una acentuación blanquecina, pero sin fluorescencia, a diferencia del vitíligo, en el que se ve una fluorescencia blanca-azulada. La diascopia (apretar con un cristal) también ayuda a diferenciarlo del nevus anémico, ya que en el nevus acrómico el borde se verá igual, mientras que en el nevus anémico esa demarcación desaparece al presionar. Lo cierto es que no suelen ser necesarias otro tipo de pruebas y el diagnóstico es básicamente, clínico.

Hasta aquí parece todo bastante sencillo (me he basado en este artículo publicado en 2019 por F. Ullah en el International Journal ofDermatology). Pero si nos vamos al libro de texto de Harper (la biblia de la dermatología pediátrica) vemos que lo incluye en el capítulo de los mosaicismos y que dice textualmente que, aunque no se conoce a nivel molecular como para ser considerado como tal, su fenotipo y su naturaleza esporádica así lo sugieren. Asimismo, dice que existen discrepancias en la literatura en este sentido y que la denominación de hipopigmentación lineal blaschkoide también podría ser válida en estos casos “segmentarios”. El término “mosaicismo pigmentario” se refiere a un patrón de hipo o hiperpigmentación resultado de una clona de células con capacidad alterada de producir melanina y que a su vez se pueden presentar en tres grandes patrones clínicos: siguiendo las líneas de Blaschko, una forma “en tablero de ajedrez” y una distribución filoide o “en hoja”. Algunas de estas entidades tienen manifestaciones extracutáneas, y de ahí su relevancia.

En el caso del nevus acrómico se han descrito no pocas asociaciones con otras alteraciones cutáneas: vitíligo, nevus spilus, nevus de Ito, lentiginosis segmentaria, nevus flammeus, nevus de Becker, milia generalizada y nevus epidérmico inflamatorio lineal. Afortunadamente, las manifestaciones extracutáneas son excepcionales, aunque no imposibles, y existen reportes de alteraciones como hipoplasia mamaria ipsilateral, anomalías del SNC y hemihipertrofia. Sin embargo, debemos recalcar que son tan poco frecuentes que no está indicado realizar ninguna exploración complementaria especial en estos pacientes, más allá de la exploración física y anamnesis.

La otra circunstancia que posiblemente complica un poco el manejo de estos pacientes es el diagnóstico diferencial, y es que las manchas blancas en niños pequeños siempre nos traen a la cabeza las máculas lanceoladas de la esclerosis tuberosa, una enfermedad genética neurocutánea de herencia autosómica dominante en la que las manifestaciones principales son convulsiones, retraso mental y angiofibromas, pero las manchas hipopigmentadas, “en hoja de fresno”, que se acentúan con la luz de Wood, forman parte de las manifestaciones más precoces y se ven en más del 90% de los pacientes, habitualmente con 3 o más lesiones.

Otras patologías con las que se puede plantear diagnóstico diferencial con el nevus acrómico son el nevus anémico (que podéis repasar en este enlace, y que en ocasiones puede ser una manifestación de neurofibromatosis), la hipomelanosis de Ito (común en tronco y extremidades, bilateral, siguiendo un patrón lineal o irregular, en la que deberemos hacer otras pruebas), líneas de demarcación pigmentarias (importante conocerlas, ya que es un hallazgo fisiológico sin mayor relevancia), piebaldismo (habitualmente en la frente, con leucotriquia), pitiriasis alba (condición de los niños atópicos, muy frecuente y normalmente fácil de diagnosticar) o incluso una lepra indeterminada (aunque seguramente en otro contexto, pero ojo si la lesión tiene pérdida de sensibilidad).

El tratamiento del nevus acrómico es innecesario y solo por razones estéticas. Además, tampoco hay mucho que hacer, salvo el maquillaje para camuflar la mancha, en algunos casos de lesiones faciales. Lo más habitual es que la explicación sea suficiente, que es lo que hicimos con Maia.

Hoy lo dejamos aquí. Estrenamos mes de diciembre con caso pediátrico. Le queda poquito a este 2025, pero de momento aquí seguimos. Nos despedimos con este vídeo de los fondos de las islas Galápagos, a las que no me importaría regresar algún día.

29 noviembre 2025

Un bebé oscuro y una mancha clara

Maia tenía 8 meses, toda una vida por delante y unos padres preocupados. Tenían otros 2 hijos, pero la niña era la única que tenía una mancha bastante extraña en la región torácica derecha, de un tono más claro que su piel normal (tenía un fototipo VI, o sea, piel negra), de bordes bien delimitados, contorno geográfico y una forma bastante caprichosa, como podéis apreciar en la imagen, sin llegar a sobrepasar la línea media.

No tenía otras lesiones parecidas en el resto del cuerpo (salvo algunas pequeñas máculas hipopigmentadas que eran claramente secundarias a una varicela reciente) y, por lo demás, nuestra niña gozaba de un excelente estado de salud y su desarrollo psicomotor era completamente normal. Sus padres se dieron cuenta al poco de nacer y en ningún momento parecía haberle molestado lo más mínimo, pero cuando se lo comentaron al pediatra decidió enviarla a nuestra consulta.

Bueno, pues terminamos este mes de noviembre con un caso pediátrico, y encima en una paciente con fototipo alto, que siempre nos despista un poquito más. ¿Qué os parece? ¿Os atrevéis con el diagnóstico? ¿Necesitamos alguna que otra exploración complementaria? ¿Hay algún tratamiento? Todas las respuestas, el próximo sábado, aquí mismo (o en este enlace).

Mientras, nos despedimos con este espectacular vídeo grabado en Indonesia, por tierra, mar y aire (pero sobre todo, mar).

22 noviembre 2025

Onicopapiloma: no es una simple verruga

El onicopapiloma es un tumor benigno del lecho ungueal y de la matriz distal de la uña, cuya causa no se conoce, y que clásicamente se ha descrito como una banda localizada de eritroniquia longitudinal, aunque de manera más reciente se han reportado otros muchos signos clínicos. Debido a ese amplio espectro clínico se considera un potencial imitador de otras entidades, desde verrugas víricas, tumores del tejido conectivo o incluso, carcinomas de células escamosas o melanoma ungueal.

Aunque se describe como un tumor raro, con poquitos casos reportados en la literatura, se considera la causa principal de eritroniquia longitudinal localizada y, seguramente, es mucho más frecuente de lo que se cree (y por ese motivo lo traemos a este blog). Como ya hemos dicho hasta la saciedad, lo que no se conoce, no se puede diagnosticar. Si queréis ver más fotos y ampliar la información os recomiendo esta carta publicada en ActasDermo-Sifiliográficas el pasado año por C. Arias-Rodríguez.

La uña de Atilano, a los 6m de la primera intervención

El onicopapiloma fue descrito por primera vez en 1995 por Baran y Perrin, quienes describieron 4 casos de eritroniquia longitudinal. Desde entonces se han propuesto diversas hipótesis para explicar su origen, como una hiperplasia tumoral del epitelio del lecho ungueal secundaria a traumatismos o irritación crónica o como una reacción a trastornos inflamatorios ungueales concomitantes, como un liquen plano. Sea como fuere, no termina de estar claro a día de hoy.

A menudo se presenta como una cromoniqua longitudinal (o sea, no solo de color rojo), asociada a hiperqueratosis subungueal localizada, hemorragias en astilla y onicolisis distal y, en algunos casos, también con fisura de la lámina ungueal. Asimismo, puede presentarse también con hemorragias en astilla de manera aislada, que pueden ser únicas o múltiples, más o menos largas. Se observa más frecuentemente en las uñas del primer dedo de la mano. En un estudio en el que se reportaron 17 casos histológicamente confirmados, en todos los casos solo se comprometía un dedo, siendo el más frecuente el pulgar de la mano izquierda.

La dermatoscopia (onicoscopia cuando miramos uñas) ha demostrado ser muy útil cuando evaluamos el aparato ungueal y en el caso del onicopapiloma revela una banda longitudinal bien delimitada que se extiende desde la lúnula hacia el borde libre, con líneas irregulares de color violáceo a negro (las hemorragias en astilla) asociadas a la presencia de una masa hiperqueratósica y filiforme subungueal que puede observarse en el borde libre de la uña. Seguramente, cuando la lesión progresa, los hallazgos pueden ser más inespecíficos.


Imágenes clínica y dermatoscópica de otro paciente

Pese a tratarse de un tumor de comportamiento benigno, se ha reportado un caso de onicopapiloma con histología maligna (con síntomas de dolor y sangrado). Debemos tener presente que el onicopapiloma suele ser asintomático o con síntomas leves, así que cuando la clínica es más atípica, constituye un signo de advertencia y seguramente estaría indicada la realización de un examen histológico para descartar malignidad u otras causas.

El tratamiento no siempre es necesario (en casos típicos y asintomáticos) pero, en caso de decidirse, es quirúrgico, mediante una avulsión total o parcial de la uña afecta, debiendo incluir la matriz distal para evitar las recurrencias, que de otro modo serían frecuentes. Si el defecto es de menos de 4mm se puede dejar por segunda intención, mientras que en defectos mayores se recomienda la reconstrucción mediante dos colgajos laterales. Pese a todo, no es raro que tras la cirugía se presente una onicolisis o fragilidad de la lámina ungueal o, incluso, una fisuración longitudinal.

Tras explicarle a Atilano lo que creíamos que le pasaba en la uña, finalmente decidimos intervenirle y, aunque tras una primera cirugía más conservadora la uña mejoró bastante de aspecto (además de confirmar el diagnóstico con la biopsia), como podemos ver tras 6 meses, parecía que la lesión estaba recidivando, de manera que volvimos a operarlo y esta vez fue la definitiva (aunque no tengo imágenes) Sí que os he puesto las fotos de otro caso de onicopapiloma más incipiente en otro paciente, también en la uña de una mano.

Ya estoy tardando en ir a bucear a Cabo de Palos, madre mía, qué espectáculo... Dentro, vídeo.

15 noviembre 2025

Una uña mutante

Lo más raro que tiene Atilano no es su nombre, sino una uña de la mano izquierda que lleva más de un año “mutando”, según sus propias palabras, en una especie de rugosidad engrosada que cada vez se va extendiendo más. La verdad es que ha llegado un punto en el que ya casi no le queda uña “normal”. Menos mal que no le duele, aunque seguramente de lo contrario habría consultado antes con su médico, quien lo orientó como una posible onicomicosis y le recetó una laca de amorolfina, que lleva echándose a diario más de 5 meses.


Imagen dermatoscópica

La uña en cuestión pertenece al cuarto dedo de su mano izquierda y, afortunadamente, el resto de uñas están perfectas, incluidas las de los pies (un poco engrosadas por la edad, sin más). Nuestro paciente tiene 70 años y, por lo demás, goza de un excelente estado de salud. No tiene otros hobbies aparte de cuidar de su huerto y no recuerda haberse dado ningún porrazo en ese dedo. No es que esté muy preocupado, pero como que se trata de una uña de la mano todo el mundo se lo ve y le preocupa que pueda ser contagioso. No le gustaría tener que ponerse guantes para jugar con sus nietos.

Así que os dejo las fotos (una clínica y otra dermatoscópica, para arrojar un poco más de luz -polarizada-). La semana que viene estaremos aquí de nuevo con el diagnóstico y, esperemos, con el tratamiento.

Hoy nos despedimos en la isla de Skye, en Escocia. Relax y calma.

08 noviembre 2025

Cáncer de lengua: la importancia de un diagnóstico temprano

A Maribel la enviaron al dermatólogo, como podría haber ido a parar al otorrinolaringólogo o al cirujano máxilo-facial. Y en este caso, todas las opciones son correctas, mientras se hagan lo más rápido posible. Nosotros nos limitamos a confirmar el diagnóstico mediante una biopsia y a remitir a la paciente a nuestros compañeros otorrinos, quienes pusieron en marcha la cirugía y las técnicas de imagen pertinentes. La lesión que tenía Maribel en la lengua era muy llamativa y nadie la habría pasado por alto, pero no siempre es tan evidente, así que tenemos que estar atentos y reaccionar rápidamente, puesto que el cáncer de la cavidad oral puede ser muy agresivo y comprometer la vida del paciente.

El carcinoma escamoso de la cavidad oral es una de las neoplasias malignas más frecuentes de cabeza y cuello. Sin considerar los cutáneos puros, los más frecuentes de cabeza y cuello son, por orden, tiroides, labio, cavidad oral (incluida lengua), laringe y faringe. Si tenemos en cuenta solo los de cavidad oral y labio, suponen un 2% del total de neoplasias malignas a nivel mundial. Dos tercios se dan en hombres, siendo la prevalencia de 5,8 por 100.000 habitantes en hombres y 2,3 en mujeres.

La lesión tumoral, el día de la primera visita

Es curiosa la distribución geográfica, ya que la región con mayor incidencia (tanto en hombres como en mujeres) fue Melanesia (Indonesia, Fiji, Papúa-Nueva Guinea, entre otros países), con 22,2 casos por 100.000 habitantes, seguida por el Sur y Centro de Asia y por Europa del Este. Estas incidencias tan elevadas se cree que son debidas al elevado consumo de nuez de betel que existe en estas regiones. En América del Sur, las tasas más elevadas se dan en Brasil.

Los factores de riesgo más evidentes e indiscutibles con el consumo de tabaco y alcohol, que actúan de forma sinérgica en la patogénesis de la enfermedad. En comparación con los no fumadores, el tabaco confiere un riesgo de 1,9 veces mayor a los hombres y 3 veces mayor a las mujeres para el desarrollo de cáncer de cabeza y cuello, mientras que el alcohol aumenta el riesgo por 1,7. Otro factor de riesgo establecido es el hábito de masticar betel quid o “paan”, como se conoce en Hindi, derivado de la nuez de betel (que consume un 10% de la población mundial) y que es la cuarta sustancia psicoactiva más utilizada después de la cafeína, alcohol y nicotina. La fibrosis submucosa oral es una reacción inflamatoria crónica asociada al uso habitual de la nuez de betel, con una sensación de ardor en la mucosa oral y un trismus a la exploración física. Tiene una tasa de transformación maligna del 5%.

Aunque menos frecuente, el liquen plano oral, en particular el subtipo erosivo, tiene un potencial de degeneración maligna que varía entre el 0 y el 12%% según la literatura que revisemos, con periodos de seguimiento de 6 meses a 20 años. Publicaciones más recientes hablan de una tasa más razonable del 1%. Además, en el caso del carcinoma de labio, la radiación ultravioleta también juega un papel inductor. Otros factores son la anemia de Fanconi, el trauma oral repetido, el síndrome de Plummer-Vinson y la infección crónica por sífilis.

Otro factor interesante a tener en cuenta es la inmunosupresión crónica: pacientes con infección por VIH y trasplantados de órganos sólidos. Por último, a diferencia del carcinoma escamoso de orofaringe, el rol etiológico del virus del papiloma humano, a pesar de que se cree que puede estar asociado en un 2-8% de los casos, no está claro ni tiene significación pronóstica.

Nuez de betel

La clasificación TNM creada por la UICC/ AJCC es la que estandariza la estadificación y se utiliza tanto para planificar el tratamiento como para estimar el pronóstico. No vamos a profundizar en este punto, pero os dejo un enlace por si lo queréis revisar.

Como ya adelantábamos, lo más importante es realizar el diagnóstico de manera precoz, que deberemos sospechar ante lesiones induradas y/o ulceradas que aumentan de tamaño y que pueden ocasionar pocas o ninguna molestia al paciente. Evidentemente, ante pacientes con los factores de riesgo ya mencionados (tabaco, alcohol, liquen plano erosivo o masticador de nuez de betel), estaremos mucho más atentos. Esa sospecha tendremos que confirmarla mediante una biopsia y en la mayor parte de los casos serán otros especialistas (otorrinos o cirujanos máxilo-faciales) quienes lleven a cabo la cirugía siempre que sea posible. Una glosectomía parcial puede preservar la capacidad de habla y de tragar en la mayor parte de estadios I y II, siendo crucial la rehabilitación posterior. La radioterapia suele estar indicada en la mayor parte de los casos. En tumores más avanzados (estadios III y IV) la radioterapia se utiliza en adyuvancia junto a quimioterapia (cisplatino, docetaxel, fluorouracilo). Como veis, no nos vamos a meter mucho en el tema del tratamiento, ya que el papel de un dermatólogo en la mayor parte de los casos se va a limitar a confirmar el diagnóstico de sospecha y dirigir al paciente a otro profesional.

El pronóstico va a depender del estadiaje en el momento del diagnóstico. Globalmente, la supervivencia a los 5 años es del 60%.

Como ya hemos adelantado, Maribel fue diagnosticada de un carcinoma escamoso queratinizante bien diferenciado, realizándose una glosectomía parcial y vaciamiento funcional homolateral. El estadiaje fue T3N0M0 y además se realizó radioterapia. Gracias a la rehabilitación nuestra paciente volvió a hablar con total normalidad y tampoco tenía ningún problema para comer y deglutir. A los 6 años de la intervención se le dio el alta sin otras complicaciones.

Hoy no podemos evitar despedirnos con una lista musical. Y si la cosa va de lenguas, solo podíamos recurrir a los Rolling Stones. 

01 noviembre 2025

Me ha salido un bulto en la lengua

Maribel nos llegó por vía preferente desde su médico de familia, donde consultó 10 días antes por un bulto en la lengua que le había salido hacía poco más de un mes y que cada vez tenía peor aspecto. Se trataba de una lesión de aspecto tumoral, ulcerada, de unos 2 cm, en la cara lateral e inferior de la zona anterior de la lengua y sin que pudiéramos apreciar otras lesiones llamativas en la boca ni en otras localizaciones.

Nuestra paciente de esta semana es una mujer de 66 años, hipertensa en tratamiento con enalapril, fumadora de entre 5 y 10 cigarrillos al día desde que tenía 15 años de edad y portadora de una prótesis removible superior e inferior desde hace años. No bebe alcohol habitualmente y tampoco utiliza colutorios.

Maribel está bastante asustada. Está claro que ese bulto no es normal, y además cada vez se hace más grande. No le duele, pero está muy preocupada. De momento, es todo lo que os puedo adelantar de este caso, así que ahora os toca a vosotros. ¿La hubierais mandado al dermatólogo? Y ahora que la tenemos en la consulta, ¿Cómo podemos ayudar a nuestra paciente? ¿Le hacemos alguna prueba? ¿Llamamos a algún otro compañero? Espero vuestros comentarios. Mientras tanto, tendréis que esperar al sábado, cuando volveremos a estar por aquí con la respuesta. Menos mal que podemos ver vídeos de buceos en aguas cálidas... nos vamos a Indonesia.

25 octubre 2025

Síndrome pápulo-purpúrico en guantes y calcetín: el parvovirus ataca de nuevo

Cuando repasamos las enfermedades exantemáticas de la infancia y pensamos en parvovirus, automáticamente pensamos en la quinta enfermedad, o síndrome del niño abofeteado (lo podéis repasar en este enlace de hace algunos años). Pero el parvovirus B19 en dermatología es más que eso, y también es la causa de un síndrome menos frecuente, pero bastante curioso y que vale la pena conocer para poder diagnosticarlo correctamente. Es el síndrome pápulo-purpúrico en guantes y calcetín (bueno, en realidad tendría que decirse en plural). Esta infección, a diferencia de la quinta enfermedad, es más frecuente en niños más mayores (adolescentes) y adultos jóvenes, y eso era lo que le pasaba a Berto, a quien pudimos orientar simplemente con la anamnesis y la exploración física.

El síndrome pápulo-purpúrico en guantes y calcetín (a partir de ahora, SPPGC) es más frecuente en los primavera y verano (como todas las infecciones por este virus) y, aunque se considera una de las manifestaciones del parvovirus B19, ocasionalmente se han descrito otros agentes etiológicos que pueden producirlo. La transmisión sucede a través de la saliva y secreciones respiratorias y los pacientes infectados son más contagiosos durante la fase de replicación viral activa, que habitualmente precede a las lesiones cutáneas.

Fuente: Wikidoc

Las manifestaciones clínicas son las que se pueden imaginar por el nombre de la enfermedad, que es muy descriptivo. Pero antes de todo eso la enfermedad suele estar precedida de una fase prodrómica (tras un periodo de incubación de 4 a 14 días), en la que se incluyen fiebre (no muy alta), mialgias, artralgias y fatiga. Cuando aparece, el rash es rápidamente progresivo, con edema y eritema en manos y pies, de distribución simétrica, seguido de la aparición de petequias y/o lesiones purpúricas en palmas y plantas, o incluso ampollas. El dorso de manos y pies también puede estar afectado. A menudo las lesiones se delimitan perfectamente en las muñecas y tobillos (aunque las rodillas y los codos también pueden afectarse) y de ahí el nombre de la enfermedad. Son frecuentes las adenopatías y, en ocasiones, síntomas neurológicos. Si hacemos analítica, lo más frecuente es que sea normal, aunque algunos pacientes pueden presentar linfopenia, neutropenia o trombocitopenia.

Las complicaciones son poco frecuentes, afortunadamente es un cuadro algo aparatoso, pero banal, aunque debemos estar alerta a la crisis aplásica transitoria (especialmente en embarazadas o en pacientes con VIH), hepatitis, artritis y cardiomiopatía. Además, en embarazadas el parvovirus B19 se asocia a pérdida fetal e hydrops fetalis.

¿Y con qué podemos confundirlo? Pues el diagnóstico es habitualmente clínico y poco más. En pacientes inmunocompetentes, podemos realizar una determinación de IgM en suero para confirmar el diagnóstico, teniendo en cuenta que los niveles detectables de IgM específica se pueden encontrar a los 7-10 días de la exposición al virus y pueden persistir durante varios meses. Las técnicas de PCR son las más sensibles, tanto en suero como en tejidos, pero no están siempre disponibles, aunque se consideran especialmente útiles en pacientes inmunocomprometidos. La biopsia no se considera necesaria en la mayor parte de los casos, y tampoco es de demasiada ayuda (los hallazgos no son específicos, e incluyen un infiltrado linfohistiocitario perivascular, degeneración de la capa basal y extravasación hemática). El diagnóstico diferencial va a depender del contexto de cada caso, y puede incluir enfermedades tan relevantes como una meningococcemia, la fiebre moteada de las Montañas Rocosas, una vasculitis de Schönlein-Henoch, perniosis y otros exantemas petequiales (echovirus, parechovirus, …).

Lo más fácil es el tratamiento, porque es simplemente sintomático, siendo la resolución espontánea la norma, sin secuelas, en 1-3 semanas.

Si queréis ver más imágenes de esta curiosa entidad, aquí os dejo el enlace de este caso en New England Journal of Medicine (2024) o este artículo en International Journal of Dermatology (2021).

En el caso de Berto, el diagnóstico se confirmó con la serología y las lesiones se resolvieron sin complicaciones en unas dos semanas.

Hasta la semana próxima. Hoy nos despedimos con estos paisajes de la isla de Senja, en Noruega.

18 octubre 2025

Una erupción febril en manos y pies

Y cuando parece que lo tienes todo controlado en la consulta… una llamada de urgencias de pediatría. Nos piden si podemos ir a valorar a Berto, un niño de 13 años sin antecedentes relevantes, cuyos padres lo han llevado a urgencias bastante asustados por presentar fiebre de unas 24 horas de evolución (hasta 39ºC) y unas lesiones cutáneas bastante curiosas por la localización, ya que afectan tanto a las manos como a los pies, de distribución simétrica, tanto en el dorso como en las zonas acrales. No le pican, pero tienen un tono rojo intenso, casi violáceo en algunas zonas. Aunque no tengo más fotos, Berto también presentaba lesiones en las axilas, codos y nalgas, que en algunas zonas parecían incluso purpúricas.

Imagen: Joan F. Mir-Bonafé

Aparte de la piel, Berto se encontraba bien de estado general y el resto de exploración fue normal, sin adenopatías, aunque también presentaba algunos puntitos eritematosos en el paladar. El resto de familia (padres y un hermano más pequeño) no tenían ningún síntoma y nuestro paciente no había tomado previamente ningún medicamento, no habían viajado y no tenían ninguna mascota.

¿Qué pensáis? ¿Infeccioso o inflamatorio? ¿Haríais alguna prueba? ¿Lo ingresamos o lo mandamos para casa?

El sábado que viene volveremos por aquí para resolver el caso, aunque seguro que ya sabéis de qué se trata (y si no, en este enlace).

Hoy os dejo con música, con un flashmob en París de “Bohemian Rhapsody”, nada más y nada menos. De esos que cuando lo ves, te ponen de buen humor y te da por pensar que el mundo puede ser mejor.