27 septiembre 2025

Dermatitis flagelada por bleomicina: no son las setas, es la quimio

La bleomicina es un producto de la fermentación de Streptomyces verticillus y estructuralmente, es un glucopéptido básico hidrosoluble con propiedades quelantes, de acción antineoplásica que se atribuye a que se une al ADN, propicia su fragmentación e inhibe la síntesis de ADN, ARN y proteínas, siendo más efectivo en la fase G2 de la división celular. En contraste con otros agentes quimioterápicos, no provoca una depresión importante de la médula ósea. Se elimina en la orina y su vida media de eliminación es de 2 horas. Se utiliza en linfomas de Hodgkin y no Hodgkin, en carcinomas de células escamosas, de testículo, cabeza y cuello, laringe, vulva, pene y piel, sarcoma de tejidos blandos, osteosarcoma, tumor ovárico de células germinales y también se utiliza en el derrame pleural maligno.

Dermatitis flagelada por bleomicina

Sabemos que en cualquier tratamiento con quimioterapia la toxicidad cutánea es algo bastante esperable y habitual y con la bleomicina están descritos diferentes cuadros, como fenómeno de Raynaud, cambios ungueales, hiperqueratosis, descamación palmo-plantar, gangrena digital y cambio pigmentarios. Pero la erupción más curiosa y característica de este fármaco que vale la pena conocer, es el eritema flagelado (o dermatitis flagelada), que ofrece un aspecto como si el paciente hubiera sido azotado, con una incidencia que se estima entre el 8-20%, descrita en 1970. Y aunque la mayor parte de los casos vienen precedidos de prurito generalizado, también se han descrito lesiones no pruriginosas. No existe un patrón constante y las lesiones pueden aparecer en cara, tronco y extremidades. En ocasiones se han comunicado hemorragias puntiformes y pústulas, aunque lo más habitual son lesiones lineales eritematosas, que no necesariamente corresponden al rascado (en realidad el dermografismo es poco frecuente). También puede observarse una hiperpigmentación postinflamatoria conforme el eritema remite, que puede durar hasta 6 meses.

La dermatitis flagelada por bleomicina es una reacción dosis dependiente y también se han comunicado casos con fenómeno de “recall”, incluso meses después de haber finalizado el tratamiento tras exposición al calor.

Pero la bleomicina no es la única causa de dermatitis flagelada. Probablemente, la causa más frecuente es la ingesta de setas shiitake (como publicamos en este blog hace unos cuantos años). También se ha descrito (más raramente) por docetaxel y en la enfermedad de Still, dermatomiositis e infección por VIH.

El tratamiento es sintomático, y consiste en antihistamínicos y corticoides (tópicos y orales, en ocasiones). En los casos más graves pueden implicar la suspensión del tratamiento. También hay que tener en cuenta que en caso de reexposición a la bleomicina es frecuente la recurrencia de las lesiones cutáneas. Si queréis más información podéis revisar este artículo de P. Verma y colaboradores, publicado en Cureus (2022).

Salvador se controló con antihistamínicos orales y corticoides tópicos y no fue necesario suspenderle el tratamiento.

Nosotros tendremos que ir pensando en bucear algún día en Cabo de Palos, tiene que ser impresionante.

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