01 mayo 2024

Color verde pseudomonas

En el espectro Pantone de los posibles colores de las uñas el verde siempre llama la atención por lo relativamente poco frecuente y porque siempre lo asociamos a infección por Pseudomonas aeruginosa, aunque vale la pena recordar que esto no siempre se cumple y que otras infecciones (por ejemplo, las producidas por Candida sp.) también pueden dar una tonalidad verdosa a la lámina ungueal (todo esto ya lo repasamos hace unos cuantos años y sigue estando vigente). Pero hay que reconocer que unas uñas de un verde tan intenso como las de Fina no se ven a menudo y en este caso el axioma verde = Pseudomonas se cumplió una vez más. Recordemos que el color verde proviene de los pigmentos que produce esta bacteria, en concreto la pioverdina y la piocianina.

Antes de iniciar tratamiento
La cloroniquia es el término que define el color verde en las uñas y existe incluso un epónimo para esta condición: el síndrome deGoldman-Fox, ya que fueron estos dos autores (Goldman y Fox) quienes, en 1944 describieron la pigmentación verdosa de la lámina ungueal, que se observa con más frecuencia en personas que tienen las manos constantemente húmedas o mojadas. Esta condición puede tener especial relevancia cuando se da en trabajadores sanitarios, ya que se han descrito brotes nosocomiales de colonización e infecciones graves por Pseudomonas aeruginosa en unidades de cuidados intensivos y cirugía cardiaca a partir de personal sanitario. También se presenta este problema con mayor frecuencia en personas con uñas acrílicas e incluso se ha descrito un caso de una adolescente con una queratitis por pseudomonas secundaria a una infección ungueal favorecida por las uñas artificiales.

¿Y qué hay de la asociación con onicomicosis? Porque la existencia de Pseudomonas no excluye que además pueda existir una infección por hongos. Pues bien, en 2020 un estudio coreano evaluó los casos de cloroniquia por P. aeruginosa entre 2015 y 2018 en varios hospitales, incluyendo 23 pacientes con una media de edad de 53 años y unos 12 meses de duración media de la enfermedad. El 78% de las uñas afectas eran de los dedos de los pies y en un 22%, las de las manos. Pues bien, en un 65% de los pacientes se demostró la presencia de hongos (además de la Pseudomonas), así que la coinfección parece ser más frecuente de lo que pudiéramos pensar en un principio.

De ahí la importancia de intentar confirmar microbiológicamente este tipo de infecciones, con la finalidad de proporcionar un tratamiento adecuado. En este sentido, es útil el hipoclorito sódico al 2% así como el ácido acético al 1% (en compresas), sin olvidarnos de llevar las uñas lo más cortas que sea posible. Algunos antibióticos tópicos también nos pueden ayudar, como la gentamicina tópica, la tobramicina, la sulfadiazina argéntica y el nadifloxacino. Por último, en casos seleccionados en los que el tratamiento tópico no sea eficaz y siempre valorando el riesgo/ beneficio, las quinolonas orales durante 2-3 semanas pueden ser una opción válida.

Después de confirmar la infección por Pseudomonas mediante cultivo bacteriológico, a Fina le recetamos fomentos de ácido acético al 1% una vez al día y la aplicación nocturna de gentamicina tópica durante tres meses, observándose una lenta mejoría que se mantuvo al suspender el tratamiento. Bueno, bonito y barato.

Hoy lo dejamos aquí, que es festivo y hay que descansar un poco. Pero el sábado volvemos. No sin antes viajar a China, con este vídeo.

China | 生活就是一次旅行 from Neal Howland on Vimeo.

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