Lo cierto es que es bien conocido que, pese a los avances en el campo de los trasplantes, los pacientes trasplantados de órganos sólidos, tienen una mayor incidencia de cáncer cutáneo (en especial el carcinoma escamoso), síndromes linfoproliferativos y sarcoma de Kaposi.
Esto es debido a la interacción de múltiples factores:
- Factores genéticos. La expresión de determinados HLA aumenta el riesgo de cáncer cutáneo no melanoma (A3, B27, DR7 y DQw2), así como algunos polimorfismos en los genes de la enzima glutation-S-transferasa.
- La inmunosupresión causada por fármacos como la ciclosporina y la azatioprina también incrementan el riego de carcinoma escamoso.
- Por otra parte, la infección por determinados virus oncogénicos en estos pacientes, en especial el virus del papiloma humano, juega un papel controvertido en el desarrollo de cáncer cutáneo, hallándose el virus en el 42-48% de lesiones premalignas, y en 43-65% de las lesiones malignas. Además se ha detectado el VPH en el 16-19% de la piel normal en pacientes trasplantados.
- Por último, otro factor de riesgo independiente es la exposición a radiación ultravioleta, en especial la sufrida antes de los 30 años de edad.
En España, el riesgo relativo de cáncer cutáneo no melanoma en trasplante hepático es de 20,26 (IC 95% 14,66-27,29), datos de 2005.
Llama la atención que en la población general es mucho más frecuente el carcinoma basocelular respecto al escamoso, mientras que la incidencia de carcinoma escamoso en trasplantados aumenta 40-250 veces. Sin embargo, la de carcinoma basocelular aumenta “sólo” 10 veces en estos pacientes.
Los principales factores de riesgo en pacientes trasplantados son la historia previa de fotoexposición y la edad del trasplante. Otro factor de riesgo independiente es el número de lesiones cutáneas queratósicas, tanto queratosis actínicas como verrugas virales, la diabetes mellitus, el género masculino y la fotoexposición laboral.
El problema es que los carcinomas escamosos en pacientes trasplantados son mucho más agresivos, con una marcada tendencia a la recurrencia local incluso después de la cirugía. La extensión a ganglios linfáticos ocurre en casi un 6%. Hay que tener en cuenta que, del 5% de pacientes trasplantados que fallecen de un cáncer cutáneo, el 60% es a causa de un carcinoma escamoso, y el 33% por un melanoma (en la población general el melanoma es la principal causa de muerte por cáncer cutáneo). Podéis obtener más información en este artículo del Dermatology Online Journal.
Pues bien, en nuestro paciente, no sin dificultades, realizamos una extirpación de la lesión y cobertura con injerto de piel total. El margen profundo de la lesión quedó afectado, y el paciente finalmente acudió a otro centro hospitalario para completar el tratamiento, así que no tengo datos del seguimiento. La imagen histológica corresponde a la extirpación de la lesión, en la que se aprecia la tumoración que infiltra dermis y que depende de la epidermis constituida por nidos y cordones de células escamosas, con focal queratinización.
Imagen histológica. Tinción H&E. Cedida por Dr. F. Terrasa. |
- Diámetro > 2 cm.
- Profundidad > 4mm y nivel IV o V de Clark.
- Afectación por el tumor de hueso, músculo o nervio.
- Localización en oreja o labio.
- Tumor que aparece sobre una cicatriz.
- Grado 3 ó 4 de Broders (criterio histológico que hace referencia a la poca diferenciación).
- Inmunosupresión del paciente.
- Ausencia de infiltrado inflamatorio.
Y siempre, fotoprotección.
Hoy terminamos con Modern Talking... porque sí.
mmmmmmmmmm, otro fallito diagnostico para servidora. Muy interesante. :D
ResponderEliminarNo he podido participar en los dos últimos casos "de investigación", pero de la resolución de este es del que más he aprendido.
ResponderEliminarYa espero el siguiente.
Habría fallado, pues me parecía un granuloma piógeno.
Gracias Rosa por tu fantastico trabajo
ResponderEliminarSantiago Casares
yo lo habría fallado, por eso me ha servido. A partir de ahora recordaré la relación paciente trasplantado- ca cutáneo. Enhorabuena por el blog.
ResponderEliminarMe he quedado impresionada de la relación entre pacientes transplantados y carcinoma escamoso,con este caso nunca se me olvidará!!!Muy muy interesante!!
ResponderEliminarExcelente caso y resolución!!!
ResponderEliminarY lo bueno de equivocarse (yo hubiera puesto la mano en el fuego por el granuloma piógeno) es que cuando lees la respuesta correcta y la asocias a la foto, ya no lo olvidas, mientras que si aciertas, archivas el "éxito" y hay más riesgo de fallar en la próxima.
Enhorabuena maestra.
Pues también es verdad, Antonio. Aunque de hecho, repito que en este caso en absoluto se trata de una imagen específica, aunque en el contexto clínico sí te obliga a descartarlo como 1ª opción diagnóstica.
ResponderEliminarEl sábado otro casito. Pero más fácil, ¿eh?
Como veis, los últimos comentarios se han borrado, gracias a que alguien debe haber tocado alguna tecla prohibida en Blogger. A ver si hay suerte y la entrada programada para mañana sale puntual a las 20h.
ResponderEliminarExcelente caso!! Me jugaba a que era un granuloma piogeno!!!! Ahora la proxima....voy a estar mas atenta, a hacer un buen interrogatorio y a abrir un poquito mas la mente! Muchas Gracias!!!
ResponderEliminarY sigo poniendome al dia!!!
Noelia.
Yo tengo eso en mi dedo y mi doctora no a echo nada. Y ya está regular pero me vota mucha sangre. Y sigue creciendo
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