08 marzo 2017

Granuloma piógeno: También en la lengua

Lo de la lengua de Isidoro no era un alien, sino un granuloma piógeno, una lesión de naturaleza reactiva que los dermatólogos estamos más acostumbrados a ver en otras localizaciones, frecuentemente periungueales, como en el caso de Silvia que ya comentamos hace tiempo.
También conocido como hemangioma lobular capilar o botriomicoma (de la época en que se pensaba que era un proceso infeccioso), se cree que representa una reacción exagerada de los tejidos a un traumatismo local (a veces mínimo) o a una irritación (en la encía puede ser incluso secundario a los microtraumatismos que produce el cepillado dental o a la irritación gingival por la placa).

Se presenta como una masa lisa o lobulada, muchas veces pediculada, que sangra con facilidad y puede presentar un aspecto aframbuesado, de superficie ulcerada y de color que varía entre rosado, rojo o púrpura, en función del tiempo de evolución de la lesión, de tamaño variable (entre pocos milímetros a varios centímetros), que no suele ser dolorosa pero que sangra fácilmente, a veces de manera profusa, debido a su abundante vascularización. Puede crecer rápidamente, provocando la consiguiente alarma en el paciente.

Imagen histológica con H&E a pequeño aumento. Foto: F. Terrasa

A mayor aumento con H&E. Foto: F. Terrasa

Aunque puede presentarse a cualquier edad, es más típico de niños y adultos jóvenes, siendo algo más frecuente en mujeres que en hombres. Artículos de odontología afirman que comprende el 1,8% de todas las biopsias bucales, y que el 75% afectan a la encía (más frecuentes en el maxilar que en la mandíbula), distribuyéndose el resto en mucosa yugal, labios, lengua, paladar, etc. Son especialmente frecuentes en el embarazo, pudiendo regresar espontáneamente después del parto en estos casos.
Siempre que sea posible se recomienda realizar estudio histológico, que como vemos muestra una proliferación lobular de capilares separados por septos fibrosos, con aparentes vasos nutrientes, collarete epitelial y ulceración.

En la boca, el diagnóstico diferencial incluye el granuloma periférico de células gigantes, la diapneusia, sarcoma de Kaposi, fibroma irritativo o incluso un melanoma (que recordemos no siempre es pigmentado).

El tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica y, en caso de localizarse en la encía, remitir al odontólogo para que estudie los dientes adyacentes con la finalidad de eliminar cualquier fuente de irritación. En los casos gestacionales el tratamiento se puede diferir, a no ser que la lesión produzca sintomatología. Después de la exéresis, en un 15% de los casos se pueden presentar recurrencias.
A Isidoro se lo extirpamos en la consulta, sin más complicaciones ni recidivas posteriores.

Hoy viajamos a Oregón, en un vídeo diferente, grabado exclusivamente con cámaras infrarrojas.

INVISIBLE OREGON from Sam Forencich on Vimeo.

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